Su participación como co-autora y co-realizadora, junto a artistas rosarinos y de Buenos Aires, en la obra procesual de vanguardia “Tucumán Arde” (1968) es el precedente que sienta las bases de toda su producción posterior. “En Rosario viví cosas hermosas” recuerda Mimí Escandell. “Yo participé en el Tucumán Arde. Fue un prolegómeno del Rosariazo. Fue una obra que hicimos un grupo de artistas durante la dictadura de Onganía.”Arte y política se transforman en soporte de su discurso.
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